Abuelita Ayahuasca

¡El Shaman y la medicina mágica!

La ceremonia dio inicio al atardecer cuando el rape incendiaba el hemisferio norte de mi cerebro la medicina se impregnaba en las mucosas ardiendo el hemisferio sur poco después en gránulos diminutos de esa milenaria yerba amazónica donde mi niño interior trepaba para escapar de la obscuridad que inundaba mi alma 

El shaman habló el lenguaje de las plantas y el follaje de los sueños que respiraba esa noche. El fuego en la punta de mi lengua por fin tuvo sentido calcinando esas palabras atoradas en mi boca. Inicie entonces ese viaje introspectivo sin voz y sin miedo por que la humedad de mis ojos ahora eran lágrimas de gozo, el niño por fin era libre y su sonrisa ilumina desde entonces aquí dentro! 

Fuimos 15 guerreros de luz los que bajamos al inframundo de nuestro subconsciente para curar el alma para alinear nuestros chakras a través del perdón, el amor, la humildad confrontando a nuestros demonios o iluminados por nuestros ángeles protectores en un viaje chamánico de sabiduría y enseñanza. Gracias al Chaman Aurora por su guía, apoyo y amor incondicional. Gracias Abuelita Ayahuasca por los regalos, las visiones y las bendiciones recibidas. Mucha Luz!

La ceremonia sagrada de Ayahuasca fue una experiencia muy intensa y de  sanacion interior, purificando mi alma y restaurarando mi corazón. El mejor regalo del día del amor! ❤️

Al inicio de la ceremonia con la primer dosis del brebaje de Ayahuasca no conecte con la medicina inmediatamente. Pude percibir el sabor de piloncllo en la bebida que era color café obscuro. Pedí permiso para tomarla acercándola a mi corazón y luego la levante al cielo venerando la ceremonia. La temperatura del ambiente empezaba a bajar. Tragué la medicina lentamente en ese momento no sabía si era frío o era miedo. Pero mis piernas temblaban debajo de la cobija y decidí mejor sentarme frente al fuego donde se me ofreció una segunda dosis. La medicina toma de entre 30-40 minutos para empezar a surtir su efecto y mantuve la mayor parte del tiempo los ojos cerrados. De pronto pensé ¿qué tal si la experiencia no está adentro sino afuera y abrí los ojos levantando la cara al cielo y alcancé a distinguir un rostro formado por las nubes. Más bien una especie de mascara como las que usan en el teatro chino con la expresión enojada y los ojos huecos viéndome fijamente. Entonces no pude evitar una sonrisa no de burla sino de alegría y emoción maravillado por esa visión. Entonces la mueca de la cara  cambio y se transformó en una sonrisa, estaba sonriendo también. Poco a poco la boca empezó a desvanecerse llevada por el viento dejando solo los ojos que ahora estaban cerrados como durmiendo plácidamente hasta que desapareció completamente dejando un cielo despejado intensamente azul donde apenas empezaban a distinguirse las estrellas. Caía la noche y sabía que ya era hora de bajar al inframundo de mi subconsciente. 

Entonces todo y nada pasó. Los colores de mis visiones eran incandescentes como Alebrijes  destellando en la obscuridad. Las brasas del fuego crepitaban estrepitosamente lanzando chispas al cielo. Una de ella se transformó en un colibrí de fuego que volaba alrededor de la fogata para después escapar veloz en las alturas. Levante la cara y ahí estaba en medio de un mundo extraño y maravilloso de tonos azul violeta casi morado. Estaba soñando despierto colores neón que emanaban de los árboles rodeándome en su majestuosidad. A lo lejos los otros participantes de la ceremonia se les oía llorar a otros vomitar mientras otros reían. Yo dije: el viaje es personal, no voy a dejar que contaminen el mío. Yo estaba vibrando en otra frecuencia y así quería permanecer. Al principio no estaba experimentando nada., tuvieron que darme una tercer dosis de Ayahuasca y Mari otra de la Chamanes se me acercó y me pregunto: “¿Por que te resistes?” Y yo le contesté que no me estaba resistiendo que simplemente estaba esperando que la medicina surtiera efecto. Entonces abrió mi camisa y empezó a dar golpecitos en mi pecho. “¿Te duele?” Me pregunto y yo dije que no varias veces. “Es que tienes el chakra del corazón cerrado” – contestó  y siguió con los golpecitos en el pecho hasta que empezó a dolerme. “Ya estoy listo, ahora si me duele” – Le dije. Entonces empecé a danzar con la divina abuelita Ayahuasca quien me invitó a pasar. ¡Y yo acepté!

Perdone a mi padre, a todos los que me hicieron daño, deje ir los miedos y la tristeza que me había humedecido el alma. Los queme en el fuego que ardía frente a mi. Baje a rescatar a ese niño maltratado y se sentó a mi lado. 

Te amo. 

Lo Siento.

Por Favor Perdóname.

Gracias.

I Love You. 

I’m Sorry. 

Please Forgive Me. 

Thank You.

Repetí una y otra vez sanando mi alma poco a poco y las visiones se hicieron más amables y placenteras. Los rostros de mucha gente a la que lastime pasaron frente a mi y pedí perdón y nos perdonamos. Aquellos que ya se han ido sabía que estaban ahí vibrando en la misma frecuencia ya que somos energía, seres de luz que dejamos este cuerpo pero seguimos existiendo en otro plano. Cerré los ojos y sabía que la muerte no es el fin ni tampoco la vida lo es todo. Hay un balance perfecto en el universo tanto interior como exterior pero que muchas veces sacamos de su equilibrio y es cuando hay dolencias, tristeza, enfermedad y pobreza. A nosotros nos toca regresar todo a su balance para ver abundancia en todos sentidos. 

Mas gente se fue acercando al fuego reparador y purificador para aquellos que se habían perdido pudieran encontrar su camino de regreso. Yo estaba seguro, a salvo y entonces recibí la cuarta dosis de la medicina. Una vez dentro pude abrir mi tercer ojo y visualizar al hombre que soy pero que a pasado por muchas facetas algunas dolorosas pero todas ellas de aprendizaje y entonces entendí del propósito del fuego en la punta de mi lengua, las cicatrices de mi corazón y los rasguños de mi alma. Alma guerrera, que no se quema por hecha de fuego está. El viaje fue intenso y muy significativo. No me deje distraer por la experiencia de los otros participantes pero sabía que muchos de ellos estaban purgando sus miedos, aquejos y dolencias a través del vomito y el llanto. Supe que estaba en el lugar y el momento preciso para sanar mi alma. No antes ni después. ¡Ahora! 

Se me ofreció una quinta dosis y la rechacé. Estaba en donde quería estar y mi corazón sabio aprendió también a amar. Puse la intención de mi viaje en el amor, el perdón y la sanacion. Me perdone y acepte todos los regalos que abuelita Ayahuasca me estaba ofreciendo. Gracias por tanta sabiduría. Era la 1:30 de la madrugada. Empezamos la ceremonia a las 10 de la mañana y no podía creer que habían pasado más de 12 horas. La experiencia fue increíble pero cada uno lo experimenta diferente. Hay que tener clara la intención. Depende mucho cual es el estado de tu alma. Requiere todo un proceso de preparación tanto física como mental y espiritual. El Shaman te acompaña durante todo el viaje y se asegura que estás bien y a salvo. Por eso no se recomienda hacerlo solo ni cuando se está mal emocionalmente. La experiencia podría ser traumática y desagradable incluso mortal. Cuida tu alma y ámate por encima de todas las cosas por que somos incapaces de dar lo que carecemos. ¿Quieres dar amor? ¡Amate a ti primero! 

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